Tras admitir que la delincuencia ha rebasado la capacidad de la Policía, el ministro de la Defensa anunció un rol más protagónico de la Fuerza Armada en las tareas de seguridad pública, que hoy por hoy se limitan a “acompañamientos” a la PNC.
Escrito por Tania Membreño/Edward Gutiérrez
Miércoles, 10 junio 2009 00:00
Podemos apoyar la seguridad pública cuando las capacidades de los organismos de Seguridad han sido sobrepasadas por la delincuencia.”
“Ya hay algunas áreas que estamos trabajando, pero todavía falta definir otras específicas y cómo hacer más efectivos los planes.”
David Munguía Payés, ministro de la Defensa
La inteligencia militar será usada en los próximos días para tareas de seguridad pública, específicamente para el combate al narcotráfico y los homicidios, anunció ayer el ministro de la Defensa Nacional, coronel David Munguía Payés.
Según el funcionario, la Fuerza Armada mantiene reuniones con la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio de Seguridad para elaborar un plan a fin de reducir los índices delincuenciales y de narcotráfico en el país con acciones que van más allá de patrullajes conjuntos entre el Ejército y la Policía.
Según las últimas estadísticas policiales, en lo que va del año ha sido registrado un promedio de 12 asesinatos diarios a escala nacional. Además, un informe de Estados Unidos presentado a finales de febrero detalla que el 69% de droga pasa por costas de C.A. Ese mismo documento confirma la fuerte presencia del narcotráfico en El Salvador.
De hecho, existe una banda en el oriente del país, Los Perrones, dedicada al narcotráfico y contrabando, la cual ha penetrado las estructuras de la Policía y vinculado a un alto oficial militar.
La unificación de esfuerzos de ambos ministerios surge como una orden del presidente de la República, Mauricio Funes.
La orden presidencial
En su discurso de toma de posesión, el 1.º de junio pasado, el mandatario prometió iniciar una lucha frontal contra el narcotráfico y las pandillas. En su primer discurso a la nación, Funes definió que el “rostro más dantesco” del crimen organizado es el narcotráfico, y que las pandillas tienen un “submundo de antiley”, los cuales prometió derrotar.
“Nuestra democracia se encuentra acechada por las fuerzas oscuras del narcotráfico, la delincuencia. Tenemos una tarea gigantesca, pero ella no nos intimida”, dijo el presidente en la toma de posesión de su cargo.
Ocho días después, el ministro de la Defensa declaró estar presto a iniciar los primeros pasos contra la delincuencia y el crimen organizado.
“Al señor presidente la Constitución lo faculta para utilizar a la Fuerza Armada en actividades de seguridad pública cuando hay una crisis o si las capacidades de los organismos de seguridad pública han sido sobrepasadas por la delincuencia”, dijo Munguía Payés.
Desborde de delincuencia
Precisamente, el ministro de la Defensa no tiene tapujos en ocultar la problemática. “La delincuencia desbordó la capacidad de la Policía –manifestó ayer–. “Esa es una realidad que no podemos negar.”
Los planes para iniciar la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico aún están siendo afinados por las autoridades competentes. Munguía Payés dice que hoy tiene programado reunirse con el ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar, para delimitar funciones dentro de las actividades. “Ya hay algunas áreas que estamos trabajando, pero todavía tengo que sentarme con el ministro de Justicia y Seguridad para definir áreas específicas y cómo podemos hacer más efectivos los planes”, señaló el funcionario.
Este plan será presentado en los próximos días al presidente Funes para que lo modifique, avale o rechace. Aún no hay fecha de cuándo podría comenzar a ejecutarse.
Entre las acciones conjuntas que podrían implementar está incluso aumentar los patrullajes marítimos y terrestres.
Policía sin lanchas
El Equipo Marítimo Policial no cuenta siquiera con lanchas para los patrullajes de los 310 kilómetros de la costa nacional.
Las 10 lanchas compradas en 1998 por la PNC a España, a un monto $1.6 millones, permanecieron abandonas durante ocho años en el salitre de Puerto El Triunfo, en Usulután.
Ocho fueron donadas en 2007 a CEPA. Las dos que aún les quedaban están inservibles y la PNC utiliza lanchas tiburoneras decomisadas a narcotraficantes colombianos.
“Estamos dando algún pequeño apoyo, hay un comando conjunto que se llama Cuscatlán, en donde los elementos que forman parte son la PNC, CEPA, FGR, monitoreo de Comalapa y la FA; cuando una nave invade mar territorial o nuestro espacio aéreo, es la Fuerza Aérea, la Fuerza Naval o una combinación de ambas la que sale a interceptarla y posteriormente la PNC hace su procedimiento”, explicó Munguía Payés.
En febrero de 2008, con la entrega del dinero proveniente del fideicomiso al Ministerio de Seguridad y Justicia, la Policía dijo que invertiría $1.5 millones asignados a la corporación para la compra de tres embarcaciones que patrullarían la costa pacífica. Pero ocho meses más tarde, el subdirector de Administración y Finanzas, en ese momento Fidel Mazariego, dijo que no sería posible porque el dinero se utilizó para la compra de “uniformes, casilleros y catres”.
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