Sobre la calle de adoquín quedaron 20 casquillos de bala. A primera vista, los investigadores policiales dicen que pertenecen a una subametralladora calibre 9 milímetros.
La Policía cree que fue la única arma utilizada para asesinar de tajo a cuatro personas, incluidos tres menores de edad, en un ataque perpetrado ayer al mediodía en una venta de frutas en el centro de Quezaltepeque (La Libertad).
Esta es la segunda masacre registrada en menos de una semana en el país. Al igual que en el cuádruple homicidio registrado el jueves anterior en Talnique (La Libertad), donde fueron asesinadas cuatro mujeres, tres de ellas menores de edad, ayer en la masacre de Quezaltepeque tres de las víctimas tenían 17 años de edad.
Según las primeras pesquisas policiales, el hecho ocurrió a las 12:20 de la tarde, cuando el conductor de un vehículo rojo que era manejado de norte a sur se estacionó a pocos pasos de la mesa donde estaba la fruta a la venta.
Otro hombre que iba en ese vehículo descendió. Llevaba un arma de fuego a la vista, se acercó al lugar donde se encontraban las víctimas y comenzó a disparar.
En el negocio estaba Yolanda Beatriz Godoy Hernández, de 34 años de edad, propietaria del establecimiento y que desde muy temprano se instalaba sobre la acera de la casa a vender frutas; además estaban su hermano Moisés Baltazar Godoy, Flor de María Santos y Josué Vividor Romero, clientes del negocio, todos de 17 años de edad de edad.
La Policía dice que Vividor Romero intentó huir, corrió unos 10 pasos en el final de la 5.ª calle poniente, ahí estaba su casa.
Intentaba refugiarse en ella, pero las balas lo alcanzaron y falleció al instante.
Los investigadores policiales señalan que el menor Vividor Romero había sido detenido en varias ocasiones en esa delegación, había sido acusado del delito de agrupaciones ilícitas por sus vínculos con grupos de pandillas. Además, estaba siendo indagado por la supuesta participación en extorsiones a comerciantes de Quezaltepeque.
Dos de las víctimas fueron trasladadas con vida a la clínica de FOSALUD de la localidad, pero fallecieron al momento de ser atendidas, según las autoridades.
A seis cuadras de la PNC
Después de haber perpetrado la masacre, el hombre abordó el vehículo y huyó.
El sonido de los disparos se escuchó hasta la delegación policial que está ubicada a seis cuadras del lugar del ataque. Hasta el cierre de esta nota, la Policía no registraba capturas de los presuntos ejecutores del crimen.
En 2005, las autoridades del Gabinete de Seguridad de ese entonces denominaron a los municipios de Quezaltepeque, San Juan Opico y Colón como los tres vértices del “triángulo de la muerte”, “triángulo del miedo” o “triángulo del silencio”.
A escala nacional, en 2010, la tendencia en las estadísticas del Instituto de Medicina Legal (IML) refleja que este año la cantidad de asesinatos será similar a las de 2009, cuando se registraron 4,365 asesinatos.
fuente:la prensa grafica
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