En una audiencia especial de revisión de medidas, la jueza de Primera Instancia de Santiago de María, Usulután, Gladis Noemí Alonzo, decretó que el médico Roberto Enrique Aparicio, de 42 años, continúe detenido.
Aparicio es procesado por el delito de violación sexual agravada en perjuicio de una joven de 16 años, a la que embarazó como resultado del abuso, según el expediente judicial.
Desde su aprehensión el imputado se encuentra bajo custodia policial y recibe asistencia médica por padecer de diabetes.
Primero estuvo ingresado en la unidad del Seguro Social de Santiago de María y posteriormente en el hospital nacional de la localidad, luego de perder sus privilegios como derechohabiente en el ISSS.
La audiencia preliminar que estaba programada para el martes pasado debió ser reprogramada hasta diciembre, debido al estado de salud del acusado.
La acusación de la Fiscalía está robustecida con el testimonio de la menor, según lo dejó entrever la jueza durante la audiencia.
Sin embargo, se espera consolidar los señalamientos contra el galeno, con el resultado de la prueba genética que se practicará al bebé para establecer si Aparicio es o no el padre.
“Si el resultado es positivo prácticamente el caso se tiene ganado”, comentó un investigador del caso.
Aparicio, quien tenía cinco años como responsable de la clínica de Bienestar Magisterial de esta ciudad, fue detenido en julio pasado luego de que la Fiscalía consideró que existían indicios de prueba que lo vinculaban al delito que se le imputa. La Fiscalía conoció del caso luego de que la madre de la menor interpuso la denuncia al confirmar con un médico particular que la joven se encontraba embarazada.
Fue hasta ese momento que la joven se atrevió a hablar, ya que –según consta en el expediente de la acusación– el imputado la amenazaba para que no dijera nada sobre lo ocurrido.
“No te conviene decir o hablar” es una de las frases que consta en el expediente según lo declarado por la víctima.
Según el testimonio de la menor, los abusos se registraron en 2009 en la clínica de Aparicio y en su casa.
fuente : La Prensa Grafica
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