miércoles, 27 de octubre de 2010

Niños heridos de bala ya sobrepasan cifras de 2009.

Las cifras del Hospital de Niños Benjamín Bloom en lo que se refiere a la atención de menores heridos por bala ya reflejan un alza en comparación con las de 2009. Ya van 34; el año pasado se atendieron 27.

Los casos reportados son del 1.º de enero al 26 de octubre de 2010 y atendidos en la unidad de emergencias del hospital infantil, luego de haber sido alcanzados por un proyectil en diferentes circunstancias.

La cantidad de menores ya sobrepasó en un 25% al total de atenciones de 2009, cuando 27 pequeños tuvieron que recibir cuidados debido a heridas derivadas del plomo. El alza en comparación al año pasado ha sido notoria en las últimas dos semanas, cuando un total de seis niños fueron intervenidos por cirujanos.

Los médicos han hablado incluso de una epidemia, aunque todavía no se considera como tal. Según las cifras, el promedio arroja que casi cada ocho días un niño resulta herido por esta causa.

Abandono de estudios, traumas psicológicos y cambio de juguetes son parte de un tratamiento o terapias de rehabilitación, en el grupo particular de pacientitos.

La mitad de los lesionados tiene entre nueve meses y cinco años. El otro 50% de los menores oscila entre los ocho y los 11 años, según datos del departamento de epidemiología del Bloom.

Se desconoce si son ataques directos o indirectos, lo que sí se sabe es que los menores también reciben lesiones de adultos, como las dirigidas a la cabeza.

Los heridos por bala están clasificados en el listado de menores atendidos por maltrato.

El último caso se reportó el lunes por la noche, cuando un niño de dos años y seis meses fue recibido en la emergencia luego de resultar lesionado en el cuello durante un ataque dirigido a su padre, quien observaba un juego de naipes en San Miguel.

Los relatos de los familiares del pequeño apuntan a que este último fue protegido por su papá inmediatamente inició el ruido de la ráfaga dirigida al grupo por parte de desconocidos.

El pronóstico del bebé es reservado y permanece ingresado en cuidados intensivos.

Otro caso. El domingo, Carlos Vásquez, de cinco años, falleció al presentar muerte cerebral tras recibir un balazo en el cráneo.

Sobre los otros cuatro casos de la semana pasada se conoció que son menores que sufrieron disparos en el tórax y las piernas, zonas del cuerpo recurrentes en los heridos de este año.

Preocupación
Los impactos han dañado cuello, boca, abdomen y cabeza.

“Estamos preocupados por esa situación y pedimos que se respete la vida de los niños, la integridad de los niños. Vivimos en un marco de violencia difícil, pero los niños debería de ser respetados”, afirmó el cirujano Carlos Alvarenga, jefe de la unidad de comunicaciones del Bloom.

El aumento de casos fue notorio desde primeros meses del año. El 1.º de febrero ocurrió una jornada sin precedentes en el Bloom, cuando cuatro niños fueron asistidos –el mismo día– tras ser impactados por balas en hechos aislados ocurridos en San Salvador.

En abril fue notoria una situación similar. En el marco de la puesta en vigencia de la Ley de Protección a la Niñez y Adolescencia, seis niños recibieron asistencia médica tras resultar lesionados en eventos de violencia. Hechos prevenibles, dicen los médicos. De los casos atendidos el sábado 10 y domingo 11 de abril, tres se trataban de infantes lesionados por esquirlas derivadas del lanzamiento de una granada en el parque San José, San Salvador.

En ese contexto, el doctor Álvaro Salgado, director del Bloom, hizo un llamado para que se evite el uso de armas. “La convivencia pacífica es lo que necesitamos”, concluyó el galeno

fuente : La Prensa Grafica

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