La implementación de un modelo de Policía Comunitaria ha resurgido como tema importante en la agenda, según las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) tras dos años de permanecer en el letargo.
Ayer, el viceministro de Justicia y Seguridad, Henry Campos; el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Carlos Ascencio; y el director de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), Jaime Martínez, inauguraron el foro “El modelo de Policía Comunitaria: un reto para la efectividad policial en El Salvador”.
Según el director de la PNC, en el ejemplar a utilizar se han unificado todas las propuestas aportadas por los gobiernos de España, Japón, Chile, entre otros países que cuentan con policías de barrio o de cercanía.
Con esto, según Ascencio, no se está copiando un esquema extranjero para el país, sino ajustando varias de esas formas utilizadas por las policías para acercarse a la población, un molde adecuado a las realidades salvadoreñas.
“Estamos tratando de sensibilizar y a todas las jefaturas de todo nivel de que debemos de trabajar con esa modalidad, con esa concepción que hemos uniformizado. Hoy ya no tenemos un manual de formación de policía comunitario experimental como lo teníamos”, dijo Ascencio.
El modelo de Policía Comunitaria consiste –según la doctrina institucional planteada en el foro– en potenciar la participación activa de los policías en coordinación con la comunidad para identificar, priorizar, prevenir y resolver los problemas que le afectan a los habitantes en el ámbito de seguridad pública, contribuyendo a mejorar su calidad de vida.
Para las autoridades policiales, en el esquema de Policía Comunitaria no solo es determinante la presencia física de los agentes, sino también en comunicación y empatía con la población.
“Es actitud no solo de los policías, sino de todos. La implementación comunitaria implica también un cambio de actitud de todo nivel”, consideró el director.
Ese modelo, según Ascencio, no resta importancia a las habilidades de operación y de inteligencia policial que lleva implícito el acercamiento a la población.
El director policial aseguró que ese modelo está comenzando a aplicarse en municipios considerados de alto nivel delincuencial, como Colón y Quezaltepeque.
Según el jefe policial, en Colón se han capacitado 400 agentes para acercarse a la población y buscar soluciones concretas a la problemática delincuencial.
En Quezaltepeque, donde el pasado miércoles fueron asesinadas cuatro personas de un tajo, a seis cuadras de la delegación policial, también se impulsa este modelo, con el cual esperan tener buenos resultados.
“En este momento en Lourdes (Colón) se están teniendo cambios sustantivos en la respuesta de la población”, señaló Ascencio.
El 30 de junio de 2008 fue la última vez que las autoridades policiales se refirieron al proyecto de Policía Comunitaria. En esa ocasión Japón estaba brindando su apoyo para implementar en La Unión el trabajo coordinado de Policía y comunidad.
El entonces director de la corporación, Francisco Rovira, junto a representantes de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) dieron a conocer ante los medios de comunicación el plan piloto que arrancaría en julio de ese año, lo cual no sucedió.
La Policía Comunitaria entró en un “estado de somnolencia profunda y prolongada”, según grafican algunos jefes policiales que conocieron el proyecto y prefieren omitir sus nombres. En ese letargo de dos años se quedó pendiente la utilización de puestos móviles instalados en furgones metálicos, que posteriormente fueron retomados y utilizados por la Subdirección de Seguridad Pública.
“En realidad nunca murió (proyecto de Policía Comunitaria), pero se desatendió un poco, por eso necesitamos un relanzamiento de la concepción de trabajo de Policía Comunitaria”, aseguró el director de la corporación policial/
fuente : La Prensa Grafica
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